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Expresión: ‘costar un ojo de la cara’

En 1524 se  dio permiso real a Diego de Almagro, Francisco Pizarro y Hernando Luque para la conquista de territorios en el nuevo mundo. De esta sociedad se desencadenaría la conquista del Imperio Inca y la captura de Atahualpa por parte de Pizarro. Diego de Almagro no pudo participar, se había quedado en Panamá en busca de hombres y provisiones para la campaña. 

De Almagro continuará su camino hasta Perú, no sin antes enfrentar las dificultades de la naturaleza y los combates con las poblaciones nativas del Nuevo Mundo. Se dice que en una de estas batallas los conquistadores fueron recibidos con una lluvia de flechas, pensaban que los árboles eran los arqueros, pues los indígenas se camuflaban entre la espesura de la selva. En medio del desorden y del ruido de las armaduras de los soldados que se agrupaban y del relinchar angustioso de los pocos caballos que habían sobrevivido a la expedición, Diego de Almagro escuchó como una flecha rasgaba el viento. De manera inconsciente volteó la cara hacia la dirección de donde provenía el sonido y pudo ver en un milisegundo una punta de madera que se acercaba a su ojo. Un dolor agudo le atravesó todo el cerebro. Don Diego de Almagro había perdido un ojo.

Diego de Almagro

La expedición sigue y llegan a Perú en 1533. Cuenta la leyenda que un tiempo después se entrevistó con el rey Carlos I y le dijo que: 

“El negocio de defender los intereses de la Corona me ha costado un ojo de la cara”.

Y sí, este es el origen de la expresión costar un ojo de la cara. Una expresión que usamos para decir que algo que se compra nos costó muchísimo, tanto como si hubiéramos perdido un ojo. 

No solamente Diego de Almagro perdió un ojo en una campaña militar. En época de la República de Roma, Aníbal Barca, el general cartaginés de la segunda guerra púnica, quedó tuerto. Algunos dicen que perdió el ojo en batalla, otros que estaba enfermo de la vista. Pero esas son otras historias, así que regresemos a De Almagro. El conquistador después de 1533 se unió a Sebastián de Belalcázar, el fundador de la ciudad de Cali, en Colombia, y de Quito, la capital de Ecuador. Después se internaría en la expedición que lo llevaría a atravesar Perú, conocer el lago más alto del mundo en el actual Perú y Bolivia, el lago Titicaca, y ser el primer conquistador en llegar a Bolivia. Luego, atravesaría los Andes para llegar finalmente al actual Chile, en una empresa con tantas dificultades que se compara a la de Aníbal atravesando los Alpes, el otro tuerto del que ya hablamos.

Captura de Diego de Almagro

De Almagro iniciaría una guerra Civil con los Pizarro por el control del Perú. Finalmente, moriría a manos de su antiguo socio, el conquistador de los Incas, Francisco Pizarro, sin saber que sería el creador de una de las expresiones más usadas en español.

¿Sabes si estás expresión existe en otros idiomas? 

¿Cómo se dice ‘costar un ojo de la cara’ en tu idioma?

¿Qué crees que cuesta un ojo de la cara? 

Te leo en los comentarios, no olvides que aprender un idioma es  explorar una cultura, su historia, su música, su cine y su literatura.

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